Acabe de comprar el diari Público i llig, en la carátula del DVD sobre la II Guerra Mundial que va amb l'edició de hui, el mite de sempre. La humana ha escrit una carta, a vore si la hi publiquen:
“En la carátula del DVD “La II Guerra Mundial – High Hitler” se indica que Adolf Hitler era “un vegetariano hipocondríaco”. Hipocondríaco sí, pero no vegetariano, esto es algo que está contrastado historiográficamente. Hitler era un apasionado del caviar y las salchichas, su plato favorito era el Leberknöld (albóndigas de hígado, típico de la cocina austríaca). Además, cuando el Partido Nazi llegó al poder se prohibieron todas las sociedades vegetarianas, por promover un estilo de vida ético y por su simpatía con el pacifismo.
Goebbels, ministro de propaganda, fue el encargado de difundir el falso mito de un líder de hierro, entregado únicamente a Alemania y alejado de excesos y pasiones: no fumaba, no bebía, no comía carne, no tenía relaciones sexuales. En definitiva, un engaño.
Les remito a la lectura de: Patterson, Charles, ¿Por qué maltratamos tanto a los animales? Un modelo para la masacre de personas en los campos de exterminio nazis, Ed. Milenio, 2008, traducción en castellano de Ethernal Treblinka donde se analizan las conexiones entre la masacre de animales y la de seres humanos durante el holocausto nazi.
“En la carátula del DVD “La II Guerra Mundial – High Hitler” se indica que Adolf Hitler era “un vegetariano hipocondríaco”. Hipocondríaco sí, pero no vegetariano, esto es algo que está contrastado historiográficamente. Hitler era un apasionado del caviar y las salchichas, su plato favorito era el Leberknöld (albóndigas de hígado, típico de la cocina austríaca). Además, cuando el Partido Nazi llegó al poder se prohibieron todas las sociedades vegetarianas, por promover un estilo de vida ético y por su simpatía con el pacifismo.
Goebbels, ministro de propaganda, fue el encargado de difundir el falso mito de un líder de hierro, entregado únicamente a Alemania y alejado de excesos y pasiones: no fumaba, no bebía, no comía carne, no tenía relaciones sexuales. En definitiva, un engaño.
Les remito a la lectura de: Patterson, Charles, ¿Por qué maltratamos tanto a los animales? Un modelo para la masacre de personas en los campos de exterminio nazis, Ed. Milenio, 2008, traducción en castellano de Ethernal Treblinka donde se analizan las conexiones entre la masacre de animales y la de seres humanos durante el holocausto nazi.
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